“El Postuero” o “El Hueco” son dos de los castaños más conocidos de este paraje de Cáceres. Y es que algunos de los árboles de este municipio alcanzan los 17 metros. Si te dejas guiar por ellos, te llevarán a través de una senda de helechos hasta la chorrera de Calabazas, donde se puede disfrutar de unas vistas únicas. Pero este enclave natural no está sólo poblado por castaños, sino que estos comparten espacio con encinas, alcornoques y robles, así como algún que otro ejemplar de enebro y del emblemático loro (Prunus Lusitanica), un raro superviviente de la era de los dinosaurios y que es un endemismo de la comarca de Las Villuercas. Estos castaños, declarados como árboles singulares de Extremadura, cuentan con más de 500 años.
El trayecto que te permitirá llegar hasta estos ancianos es muy ameno y apto para cualquier visitante, independientemente de la edad que tenga. Además, en tu paseo podrás contemplar algunos de los animales que corren por estos montes: ciervos, muflones, corzos y jabalíes.